Las gotas de lluvia resbalan por el cristal de la ventana. Apenas se distingue el paisaje exterior. El cristal ha quedado totalmente empañado. Borrosamente se distingue la silueta del tronco de un árbol. Ramas y hojas que nos esconden un paisaje campestre y tranquilo. Tiene que ser un día gris, tiene que ser otoño, quizás invierno y tiene que hacer frío.
Al otro lado de la ventana, dentro de casa, la madera repasa el cristal de la ventana. Sobre el marco de la misma, un vaso de cristal con tres rosas, dos claras, blancas, quizás rosas y una oscura, roja tal vez. ¿Qué manos habrán dejado las flores en la ventana? Manos jóvenes, manos viejas, manos delicadas, manos fuertes…. Me sugieren una mano femenina…. Quedan varias gotas alrededor del vaso y en un platito que ha podido servir para posar el vaso anteriormente. La ventana, las flores, el borroso exterior llenan la foto. No puedo intuir en que habitación está la ventana, pero me gusta pensar que es la cocina, una cocina grande, rústica, llena de calor de hogar.
Me gusta la foto, me gusta esa sensación de calor de hogar, ese punto de melancolía que nace en mis ojos al mirar a través del cristal de la ventana y ver la lluvia caer.
Observando una foto en una revista....
No hay comentarios:
Publicar un comentario