Mi única posesión

Abro mi mano y miro un instante mi palma.

¿Qué veo? ¿Qué tengo? Nada. ¿Nada? Quizás nada y todo. Poseo el presente, poseo el instante que se convierte en el as de mi jugada. El pasado es pasado y me dejó, el futuro es siempre un misterio. El presente es vivir, es amar, es reír, es jugar, es respirar, es sentir. Lo importante se resume en un segundo y en una palabra: ahora. Y no hay más.

Junto las palmas de mis manos para intentar retenerlo, para exprimirlo y aprovecharlo. El presente es mi familia, son mis amigos. Es un día de playa o un café en una terraza o simplemente el gusto por una gran carcajada. Es un segundo de felicidad absoluta que no debería quedar en el olvido. La vida es para vivirla intensamente sin dejarte nada en el tintero, siempre en PRESENTE.