martes, 5 de octubre de 2010

Si llegan a decirme...

Quizás sea la melancolía del otoño, quizás hoy necesito gritar mis recuerdos.
A veces hasta en los relatos te gana la batalla lo personal....

Si llegan a decirme que te irías tan pronto hubiera intentado cambiar tantas cosas… Si llegan a decirme que me faltarías hubiera procurado ser mejor persona. Si llegan a decirme que te perderías lo que aún no había llegado, hubiera procurado adelantarlo para ti. Si llegan a decirme que las cosas iban a salir así, yo me hubiera apagado poco a poco.

No puedo cambiar nada. No puedo cambiar las veces que me enfadé, ni las veces que grité, ni las que me quejé, ni las que lloré, ni las que protesté. Tampoco puedo aumentar hasta el infinito las veces que te besé, ni las que te abracé ni las que te dije que te quería. Puedo echar hacia atrás las manecillas de los relojes de casa pero no me devolverán ni tu presencia ni tu sonrisa, antes de aquel día en el que ambas se rompieron.

Te despediste una mañana de febrero, durante un invierno, frío y lluvioso, con ese tiempo que tanto detestabas, para descansar ya por toda la eternidad. Aunque nos dijiste adiós muy poco a poco, sin saberlo, cuando se rompieron nuestras vidas y tu cuerpo ya no fue enteramente tuyo, llevándose por el camino tu independencia, tu energía y tu alegría. Una alegría que te obcecabas en retener para que pensáramos que eras la de siempre, ocultando tu tristeza donde no la viéramos. Esa misma tristeza que se quedaba clavada en tu mirada, sin poder esconderse. Si entonces hubiera estado preparada para reconocer lo que iba a traer el sonido de aquella llamada, todo me parecería distinto ahora.

O no, quizás no…. Quizás hubiera tratado de huir de esa mañana, de ese día, de ese mes, de ese año; de ese instante que encierra un pasado, un presente y un futuro en sí mismo. Si llegan a decirme que tendría que despedirte una mañana, temprano, con mi niño creciendo dentro me hubiera sentido derrotada antes de comenzar ninguna batalla.

A veces intento borrar mis recuerdos, olvidar esos meses como los últimos días. Intento borrar todo lo que no me gusta recordar: lo que te dije y no quise, lo que pensé y no quise, lo que hice y no quise, lo que interpreté y no quise…..pero no se borra nada, todo permanece intacto en mi mente, para mi rabia, para mi castigo, para mi pena.

4 comentarios:

  1. Seguro que cuando ella se fué, lo hizo cargada de amor, seguro que su corazón iba repleto del cariño que le diste...

    Un beso Mon...

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  2. Anda acercate q te doy un achuchon
    Un beso
    Sonia

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  3. Mi niña, la vida es así por un motivo. No borres ningún recuerdo, pues simplemente has sido lo que eres, has dicho lo que otras veces dijiste ... Has sido tú, y a ella no le hubiera gustado que cambiara vuestra actitud.
    Pero algo sí puedes cambiar, puedes disfrutar doblemente de lo que tienes y de lo que está por venir. Disfrútalo por tí y por ella, como si siguiese estando presente. Porque sabes que en realidad nunca se ha ido, sólo físicamente. Pero en tu corazón seguirá perviviendo por siempre.
    Un beso cielo.

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